Recuerdo que a la edad de 12 años me "encargaron" a mi prima menor. Sus hermanas y yo nos llevábamos uno o dos años de diferencia en edades, pero ella había llegado a la familia "sorpresivamente" y era una bebé cuando nosotras rascábamos la adolescencia. Era muy sencillo entretenerla: bastaba una sonaja o sentarla sobre mi vientre y fingir que ella saltaba sobre un caballo, pero ahora ¡qué complicado es distraer a los chiquillos!...
"Helenita, voy a leerte una historia... Había una vez, en un hermoso castillo, un rey que tenía una hija de piel blanca como la nieve y cabellos negros, a quien su padre llamó Blancanieves..."
Una hora mas tarde:
"Mira, bebé, tu tía es una vaca... ¡MUUUUUUU!!!!"
"¿Has visto a una vaca rodar?... ¡mira, mira!"
40 minutos después:
"¿ya te aburrió la vaca?.... ¡ay!... y ahora ¿qué?..."
"Vamos a bailar como la ratoncita Mimí... ¡mira mis orejas!..."
Una hora después:
"Ya se durmió por fin... ¡wow!... y yo fatigadísima..."
"No cabe duda que a estos chicos les adicionaron vitamina doble Y o el ingrediente EQUIS como a las chicas super-cabezonas.."
"Voy a cerrar los ojos.... tan s....olo unos... min.....zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz "
(¡Shhhhhh!... ¡hasta mañana!...)
domingo, 3 de mayo de 2009
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2 comentarios:
Ahora entiendo porke te encontre dormida con esa ropa primisssss.....ya ves como se las gasta mi helenita, tenia ke ser como su madre pues....jejje
besosssss primissss
Marga R
=)... ¡Ej hermosa, mi sobri!
Besos, primis.
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