martes, 30 de junio de 2009

LA NOCHE...

La noche es... misteriosa, seductora, hechicera... ¡Se dice tanto de la noche!, y a nosotros, insomnes...¿qué nos pueden contar?...

Si, si, si... te dicen: HAZ ESTO, HAZ AQUELLO... pero he aprendido que quizás mi organismo necesita solo unas cuantas horas de sueño y es todo...

Llegan las 10 y las 11 y mis ojos se cierran. Duermo profundamente y de pronto, ¡zas!, mis ojos se abren sin razón aparente, descansados a veces, irritados otros. A veces quiero entregarme nuevamente al sueño pero mi mente lo rechaza; está trabajando, atenta a los sonidos del exterior: del gato de la vecina que brincó a mi azotea cazando a la presa, del murciélago que ha soltado la almendra tras morderla un par de veces, del sonido del viento o las gotas de lluvia que golpean quedito las ventanas... ¡Es hora de levantarse!... Consulto mi reloj: 2, 3 o 4 a.m.

Siiii, me pregunto ¿qué hago despierta?, pero... es así, simplemente es así...

Decido entonces revisar mis pendientes del colegio, sin prisas, sin interrupciones...



¡Aaaaahhh, pero no siempre es todo miel sobre hojuelas!... Cuando la noche es tormentosa, cuando una parte de mi exige dormir y la otra se ha despertado y están en lucha, vienen los demonios de la imaginación y me atormentan....



...Afortunadamente, ocurre muy poco...



La noche es así... misteriosa....

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