jueves, 31 de enero de 2008

UNA CARTA...Strip tease involuntario...

"Querida Fernanda:

Soy una mujer de mediana edad que con esta carta busca algún desahogo a mis angustias contando mi caso a los demás...

Desde niña supe que soy una persona nerviosa. Siempre fui señalada por mis hermanos como la más aprehensiva y "preocupona". Fui creciendo y varios sucesos me indicaban que mis nervios estaban siempre en mi contra, haciéndome pasar tragos muy amargos. Entre las cosas que mas recuerdo están los momentos en que en la escuela exponíamos en equipos frente al grupo, algo pasaba en mi garganta que hacía que la saliva me cortara la voz todo el tiempo, convirtiendo mis intervenciones en un fracaso.

El siguiente síntoma de un caso grave fué el darme cuenta que, ante una situación que representaba cierta tensión, me despojaba de aquello que me hiciera sentir asfixia: relojes, aretes, anillos, pulseras... Me ocurrió en tres entrevistas de trabajo a diferentes edades, y me enteraba cuando, con toda honradez, los empleados de las empresas me llamaban. En los tres casos me dieron el empleo, pero a la vez, la llamada era para avisarme que había dejado el reloj o el anillo en el escritorio del entrevistador. Cierto día, como empleada de una empresa trasnacional, enfrentamos mi equipo y yo una situación de emergencia en la que debíamos tomar medidas inmediatas para garantizas el bienestar de dos de nuestros clientes. Por la tarde de ese día, miré muy preocupada que mi argolla de matrimonio no se encontraba más en mi dedo. Muy preocupada, fui al baño de la oficina, sin éxito. Pregunté a los compañeros de la oficina y nada. Mi jefe directo me dijo, sin mirarme, que buscara en mi cesto de basura. Obviamente ignoré su consejo pues pensé que él estaba tan tenso como yo por lo vivido en la mañana. Entonces pregunté a todo el personal que aquella mañana había visitado nuestra oficina; no tuve ningún resultado. Casi anocheciendo, más angustiada ya por mi argolla que por el desenlace de nuestras gestiones por los clientes, fui de escritorio en escritorio preguntando uno a uno a todos los compañeros, incluyendo al gerente. Mi jefe se acercó y me dijo un tanto molesto:

-¿Buscaste en el cesto de basura, como te indiqué?..

Lo miré a los ojos y vi que no bromeaba, por el contrario, había un aire de molestia hacia mi en ellos. Entonces insistió:

- Te dije que buscaras en tu cesto de basura, pero en lugar de escucharme has perdido toda la tarde angustiandote por no hacer caso de mis consejos.

Caminó a mi cubículo, tomó mi cesto de basura y sacó de ahí mi argolla. Yo estaba ya sospechando que me habían querido jugar una broma muy pesada cuando mi jefe remata diciendo:

- Estábamos aquí tu y yo comentando las acciones a seguir y tú sin más te quitaste el anillo y lo tiraste a la basura...

No pude protestar más porque de pronto como un fogonazo mi memoria me presentó el momento exacto en el que efectivamente me había quitado la alhaja y la había, simplemente, tirado a la basura....

Podrìa contarte otras cosas como esta, como el día en que me engrapè el dedo conscientemente ( o sea, metí el dedo y con la otra mano di el golpe), o la vez en la que, escuchando un problema de mi hermana empecé a poner mas y mas cereal en mi boca hasta que casi me ahogo, o las pequeñas cicatrices en mis dedos por las heridas que les he hecho con las tijeras de mi escritorio cuando estoy tensa. Ultimamente mi piel manifiesta esta tensión con una pequeña erupción en la piel del cuello muy cerca de mis orejas, que me producen escozor desesperado.

¿Tu crees que todo esto es grave?..."

Firma:

Celerina.

Querida Celerina:

Los nervios nos traicionan de diversas formas. Todos, por momentos, hemos sido presas del nerviosismo, como cuando tienes que salir urgentemente de la casa y preguntas a toda la familia si han visto tus lentes y los traes puestos sobre la cabeza. O cuando estás tan nervioso que olvidas las llaves pegadas en la puerta y sales apurado, o cuando, ante la mirada de aquel o aquella que te quita el sueño por las noches a tu corazón enamorado, "pierdes el piso" literalmente y resbalas tontamente cuando en otras circunstancias eres la persona mas equilibrada y hasta deportista.

Lo que nos cuentas me parece delicado (mi hermano pregunta si te quitas todo aquello que te causa asfixia, el siguiente paso será ¿quitarte la ropa? - él insiste en que si es así le llames por favor....) Quisiera sugerirte que te unas a un grupo de concursos al que me uní hace un tiempo, cuando mis nervios me hacían bromas pesadas como a ti. Permíteme encontrar el folleto... Ahora te lo muestro...

En este grupo participan todos y en algún momento todos tenemos derecho a disfrutar del premio mayor que consiste en una estancia en un hotel de lujo, alimentos y entretenimiento incluído, habitaciones ultra cómodas, lugares espaciosos, fiestas continuas. Por cierto, los animadores son mundialmente conocidos, por esto la exclusividad. Mira, aqui tengo una foto del hotel, y los animadores se llaman.... se llaman...

¡Ah, si!... se llaman LOS HOMBRES DE BLANCO... un grupo muuuuy cool. Por favor contáctame otra vez para que con gusto te proporcione mas información sobre el lugar. Mientras tanto, relájate, anímate, respira....

Te mando un beso y todo mi apoyo.

Con cariño:

Fer.

3 comentarios:

Sasha Halderman dijo...

Yo le recomiendo a la chica que mando la carta que se una a Neuróticos Anónimos O_o

Saludos! =)

JuanPablo Asp dijo...

wow!!! es el bendito cuarto de colchones!!!! debo regresar a el... no escuchan!?? las voces me lo piden!! siii!!! mi preciado!! mi preciado hogarr!!! jajajaja jajajaja jajajaja xP

Fernanda Cimino dijo...

Sashiiiis, asi se llama el grupo de concursos al que me inscribí, no pensé que fuera tan conocido.

Y Juampis, ejpera, para regresar debes dejarme salir primero, ja, ja, ja...

Besos a los dos.

Chauuuuu...