miércoles, 12 de marzo de 2008

DEJAR DE PENSAR EN..."YO"

¡Buenos días, la, la, la...!... (Es una cancioncita que enseñan a los chiquitos en pre-escolar).

6:00 a.m. suena mi alarma (sonido de gallo cantando, muy adecuado), enciendo el televisor, sintonizo el noticiero a muy buen volumen para escucharlo desde donde esté (como si esta casa fuera tan grande...), camino al baño... después del baño reviso uniformes, si algo no está listo: a planchar. Después de planchar, un baño con el consabido ritual de belleza de 5 mins. máximo con la piel húmeda, bla, bla, bla...

LLego al colegio... ¡buenos días 253 veces! desde la señora que sale a tirar tu basura a quien ni conozco hasta el niño de primer grado que ni me conoce y me mira con cara de "¿y ésta miss a que hora me tocará?...¿será regañona?"...

Todo se volvería un corre-corre cada día, cada hora, cada minuto... Pero hace un tiempo, años ya, me "cayó un veinte"... uno importante: NO SOY LA UNICA HABITANTE DEL PLANETA, no soy la única que hoy amaneció con jaqueca o que no encontraba las llaves del carro o la casa, o que se dió cuenta de que su cartera tenía un agujero por algún lugar (porque el dinerito de la quincena se esfumó sabrá Dios por donde...).

Por aquí y por allá hay mas personas y aunque "mi pecho no es bodega", "que se rasque cada quien con sus uñas" y cualquier otro dicho estupidin (ay, perdón) se ha adueñado de nuestro léxico por años, no me empobrece al menos dar una sonrisa... ¿verdad que no?...

¿Sabían que una simple sonrisa, que no me cuesta, puede dar un besito en el alma a alguna persona a quien el mundo se le está derrumbando?... ¿Lo han intentado?... Hoy no pensaré solo en "YO"...

Oigan y no estoy hablando, como ya lo dije una vez, de ir por la vida con una flor en la mano... pero de verdad, el mundo actual nos exige tanto de nosotros, estar tan despiertos, ejerciendo o defendiendonos de la ley del mas fuerte, que a veces olvidamos incluso que a nuestro alrededor, no solo hay muebles, concreto, voces estridentes, frivolidad.... A veces incluso olvidamos a nuestra familia, gente que nos rodea, con quienes nos rozamos cada día. Un simple "¿y cómo te fue con....", o "¿que tal tu día?" hace sentir a los demás que alguien está ahí al menos para escucharnos. Una caricia en la espalda, tocar un brazo, ¡cuánta falta nos hace a veces sentir ese calor humano!...

Recordé un día en un antiguo trabajo en una empresa reconocida a nivel mundial que tiene oficinas en Acapulco. Había "sobrevivido" a dos días muy difíciles por una infección en la garganta de esas que se aferran y no se van, pero los estragos se notaban en mi cara, en mi pelo y por supueeeesto en mi voz. Al tercer día de padecer llegué a la oficina, encendí la luz de mi cubículo y encontré dos pastillas sobre una servilleta que decía "No se pasan con agua, se chupan, es vitamina C". Volteé la vista hacia los demás cubículos tratando de saber quién se había preocupado por la flaca de esa manera: nadie me miraba siquiera. Pregunté aqui y allá y al parecer nadíe sabía nada de nada. Pasaron tres días de "tratamiento", donde recibí anónimamente mi debida dósis de vitamina C y un recadito en servilleta. Yo seguía muy intrigada y no tenía ni pista de mi benefactor. Al cuarto día, había una mandarina, las dos tabletas y un recadito que decía "Lo que tú necesitas es un poquito de amor"...

Cuando leí eso me di cuenta que, a pesar de que mis malestares eran grandes todavía, que las noches eran muuuuuy largas tosiendo, intentando respirar por la nariz, etc. me sentía un tanto... consolada por esa mano invisible que me confortaba a través de sus recaditos y sus vitaminas.

Justo ese día, cuando más me preguntaba quién me estaba dando tanta atención, súbitamente volví la mirada hacia el lado contrario de mi cubículo y descubrí a alguien que me devolvía la mirada con algo de timidez... Era un compañero de trabajo de esos muy callados, con los que yo no convivía en absoluto; de esos que hasta son un tanto rechazados por los demás porque son un misterio. No pudo negarlo mas, fui a su cubículo y en lugar de preguntarle sólo le di las gracias. El me repitió su mensaje: LO QUE NECESITAS ES UN POQUITO DE AMOR Y TE ALIVIARÁS.

¿Les confieso algo?... En ese justo momento me dije: ¿De dónde voy a tomar un poquito de amor si no tengo ni novio y Fulanito ya no vive por acá y Sutanito ya tiene otra novia?...(¡tonta yo!). En fin, no dije mas. Esa tarde, llegué a casa y mi mamá me vio entrar y como muy rara vez lo hace, me recibió en la puerta, me quitó el peso de la mochila para cargarla ella, me abrazó, me dijo palabras melosas como a un bebé, me preparó un té calientito y me consintió, diciéndome que a su "pobre hija" no la había atendido por falta de tiempo. Esa noche dormí como un lirón, y a la mañana siguiente llegué a la oficina preguntando DOOONDE ESTABA EL OTRO RESFRIADO PARA QUE ME HICIERA LOS MANDADOS...

Ya a solas, cuando todos iniciaron sus labores y quedamos concentrados cada uno en sus cosas, sonreí para mí. ¡Cuánta razón tenía Joaquín!... Todo lo que necesitaba era un poquito de atención...

Y ahora por favor, despiertense de la siesta que les provocó mi relato y por favor, al menos, pregúntenle a quien está a su lado ...

¿Y COMO ESTAS HOY?...


Y por supuesto, si no estás de acuerdo.... ¡YO NO HE DICHO NADA!

Que tengan un exclente miércoles mitad de semana.

Con cariño:

Fer (flaca, ahora desparramada)..

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Primaaa ke encanto tu historia y que razón tienes, siempre estamos metidos en nosotros mismos que nos olvidamos a veces de los demás...YO tengo, Yo necesito, Yo quiero...YO, yo ...y yo...aqui en rl y en sl incluso, es bueno de vez en cuando responder los saludos y tomarnos el tiempo de escuchar o dar un consejo o palabras a alguien que lo necesita. Hacer algo desinterezadamente por alguién creo, es el mejor regalo que podemos dar.

Un beso
Marga R

Anónimo dijo...

Hola prima!!! Adoro tu blog, bueno adora leer lo que escribes!!! :) !!
Aqui mandanto saludos des de este rincon del planeta!!
/me abraza a la flaca y a la sis Marga **Hugs***
Como estan familia!!!!
att
primo y bro Az!