1 de diciembre, DIA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA.

Hace unos diez años, cumplí el sueño de ser micro-empresaria. Abrí una pequeña oficina de servicios turísticos y trabajé duro por unos meses, en el empeño de cristalizar mis proyectos. Yo tenía muy buenos planes, el Huracán Paulina tenía otros bien diferentes. El caso es que, cuando recién me instalaba en la oficina, un amigo me envió a su electricista de confianza a terminar los detalles de la instalación. Recuerdo que eran mas de las 5 de la tarde cuando llegó. Serían cerca de las 7 y aún estábamos ahí, todo detenido hasta que se pudiera hacer uso de los aparatos, etc. William se llamaba el joven, se veía que sabía bastante sobre su oficio y nada lo amilanaba. Algo cansada e impaciente, me senté por fin tras el escritorio e iniciamos una conversación mientras William se hacía lo suyo. Platicamos de los altos costos de la vida, de los idiomas, cosas triviales. De pronto, subido al otro escritorio, cuan incómodo estaba colocando cable y demás, me preguntó si acaso yo tenía la posibilidad de darlo de alta en el IMSS como empleado mío. Sin vacilar le expliqué que yo desconocía de esas cosas, pues estaba apenas iniciando operaciones, pero que con gusto investigaría qué podía hacer por el. Así, sin más, me confesó...

-Necesito asegurarme porque tengo Sida. Mi esposa estaba infectada pero murió. Mi bebé está infectado también y está ya muy grave y ya no puedo con los gastos de los medicamentos.

Les aseguro que todo dentro de mí se paralizó. Pude sentir que el tiempo se detenía, y mi respiración también, pero con mucha naturalidad, cual si acabara de escuchar que un empleado estornudaba, usando un tono de voz relajado, le reiteré que investigaría sobre lo que habíamos hablado y luego le pregunté algunas cosas, con mucho respeto.

Antes de este caso, jamás había conversado del tema de una forma tan abierta como aquella noche con William (q.e.p.d). Despejó a su manera algunas dudas que tuve, pero les confieso que otras, aún están ahí.

No he estado en contacto, al menos que yo sepa, con otra persona seropositiva. Pero... ¿como asegurarlo?...

El Sida ha sido para mí, al igual que la drogadicción, un monstruo con el que no sé cómo podría luchar, si lo enfrentara... Los que han padecido tragedias o situaciones fuertes de crisis saben que siempre encontramos fuerzas en nuestro interior para sobreponernos o luchar, pero estos dos temas verdaderamente sobrepasan mis ánimos de lucha. Creo que se necesita una enorme fortaleza espiritual, un amor infinito por la condición humana y sobre todo, caminar convencidos de ir de la mano de Dios (quienes somos creyentes), para andar este camino lleno de espinas de un familiar o un paciente con VIH.

Hoy que se conmemora esta fecha, Necrotee en Second Life llevó a cabo un evento especial, con un concurso de fotografía, un baile y un concurso de disfraces.

Sé que el tema es bastante delicado y también sé que los lectores podrían tener familiares o amistades muy cercanas que estén actualmente padeciendo de este mal, así que no profundizaré, solo diré que es un sueño aun no realizado, el poder lograr que desaparezca la discriminación hacia quienes han desarrollado la enfermedad. Ojalà cada día mas personas se sensibilicen y piensen que ninguno de nosotros está exento de contraer el mal, y por tanto, no está de más recordarles que, por mucha que sea la prisa o la ansiedad o el deseo, protegernos, es cosa de personas inteligentes. Decía un rap en la televisión "un clavado sin condón, está cañón"...

Se los dejo en la mesa, para la reflexión...

Aquí unas fotos que acabo de tomar sobre el evento.

La decoración alrededor de la pista.... mensaje subliminal directo...

Uno de los mejores disfraces que vi: una chica disfrazada precisamente de condón...

En el sitio te regalan la cinta roja de la lucha mundial contra el Sida. Aquí junto a la foto de Rudolf Nureyev, acaecido en 1993, que es parte de la exposición de fotografías de famosos que murieron a causa de este mal.

Rock Hudson y Gia, dos víctimas mas.

Foto repetida y no la puedo quitar... (perdón...)

Y por último, me di el lujo de posar junto a la foto de mi admiradísimo y desaparecido "Prostituo del Amor", como se auto nombró: Freddie Mercury (me pongo de pie). Descansen en paz.