domingo, 9 de diciembre de 2007

El dolor purifica...

Leí esa frase en algún libro, también se la escuché a algunos sacerdotes...

Escribo ésto para compartir con ustedes una alegría muy grande de algo que ocurre en mi RL. Antier me di cuenta que al fin me libré de un dolor que me ha acompañado los últimos siete años de mi vida.

No entraré en grandes detalles, sólo les diré que en el 2000 me hicieron una cirugía para corregir una anterior y algo "no quedó bien". Los primeros años después de agosto del 2000, tenía dolores agudos hasta por mas de veinte días de un mes. En mis bolsas de mano y en mi mochila de trabajo traigo siempre conmigo analgésicos, y el h`´igado pues.... debe odiarme. Dicen que todos tenemos distinta resistencia ante el dolor. Mi mamá dice que sus hijos podríamos morir un dia y ella no lo sabría, pues no somos muy propensos a quejarnos, pero creanme, después de esa cirugía todo cambió.

Dicen en la biblia que los mártires expiaban sus culpas o las ajenas a través de grandes suplicios que les infringían otros. También he leído sobre los monjes que se flagelaban para pagar de alguna manera sus pecados, si los tuviesen.

Yo solo puedo decirles que, aunque creo que realmente mis actividades están mas encaminadas al respeto hacia los demás, ya saben, respeto y todos en paz (pero no soy un angelito), atrapada como viví estos años en esos dolores intensos que no comprendía, no me quedaba mucho ánimo de ir ni venir ni hacer en contra de nadie. Para colmo, la solución que me ofrecieron era otra cirugía, que ésta vez sería reconstructiva....

Poca gente sabía de mi sufrimiento en silencio, pero sé que mi carácter se volvió irritable, cambiante.... Recorrí consultorios en busca de satisfacer mi duda de porqué me pasaba eso, y me encontré con una pared gigante. La respuesta fué simple: todas las personas que pasan por una cirugía así sufren lo mismo que usted. De acuerdo pero...¿porqué?... ¿qué pasa?, ¿dónde está el punto medular del dolor?.... Silencio, evasivas. Un solo diagnóstico: Cirugía reconstructiva mejorará la situación.

Antier me di cuenta que la última vez que tuve dolor, y solo por tres días fue en marzo de este año. Dios está siempre pendiente de nosotros y le estoy muy agradecida por concederme el alivio y, si estaba pagando alguna culpa pues... ¿será que ya terminé de expiarla? Estoy feliz, feliz.

Que tengan un excelente domingo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás, yo no sea la persona indicada en decirlo, pero io creo firmemente que aquellos que han pasado por el dolor, logran de alguna forma ser más humanos.

Es como la historia del alfarero, el Jefe nos va moldeando mientras nos hinca y nos mete en un horno super caliente, es tanto el dolor que creemos que vamos a morir, pero cuando todo el sufrimiento a terminado, podemos ver la gran obra, un hermoso jarrón que adornará la gran sala que es el mundo :)

Creo que me puse muy dramáticon hehe, XD

Fernanda Cimino dijo...

Aaay Vicho, ¡qué cosa tan hermosa dijiste!, pero además, ¡qué forma de ver la vida!...

Oye muchas gracias por tu comentario, gracias por vistar mi blog.

Besos para ti, dramático (no cheto)...